miércoles, 20 de noviembre de 2013

Creatividad, indispensable para la supervivencia en el mundo de hoy.

    "Creatividad" es una palabra tan bonita como peligrosa: Mucha gente no se atreve a ser creativa o simplemente niega esa cualidad en si mismo, detalle no menor debido a que es más fácil ir por el camino seguro y dar continuidad a lo que ya existe, lo que conlleva a un estancamiento. El mundo avanza, las personas cambian, las nuevas generaciones son distintas, el medio externo tiene más estímulos, pero el sistema te obliga a mantenerte de una manera determinada, porque funciona según un modelo creado en alguna circunstancia en el pasado y que funcionó en ese instante. Pero a medida que avanza el tiempo, los contextos van modificándose así como los participantes de él.
    En el área de la Educación este es un panorama común, tanto para profesores como alumnos. Es un círculo vicioso que termina con el desencantamiento hacia la labor docente, o hacia la asignatura (en el caso de los estudiantes). No obstante el actor principal y responsable siempre será el profesor, incluso, aunque la culpa no sea suya.
     El acceso a información ya no es una dificultad en la actualidad, el ingreso a internet es cada vez mayor y en la red uno puede encontrar respuesta a todo. Por lo tanto, la entrega de conocimientos y la memorización de conceptos están volviéndose actividades obsoletas. Cualquier interrogación tiene solución a un click de distancia, ya sea en un artículo de wikipedia o en un tutorial de youtube. Las necesidades y ofertas laborales en el mundo contemporáneo son distintas de hace 50 años atrás, existen carreras nuevas, por ende, profesiones y oficios nuevos, así también como los que están desapareciendo. El mundo está en constante cambio,  si vamos a enseñar y educar, debemos prepararlos para un mundo que aún no sabemos cómo será. Entonces el eje de la educación se centra en la enseñanza de habilidades, siendo una de las más importantes la creatividad.
    Todos nacemos como seres curiosos y creativos, pero a medida que crecemos estas cualidades se van perdiendo por culpa de la educación formal.
    Un estudio longitudinal realizado por George Land y Beth Jaman medía el pensamiento lateral o divergente, como se nombra a la capacidad de dar varias respuestas a una pregunta. Dicho estudio fue aplicado a 1600 niños ingleses. En distintos momentos de su vida se les preguntó cuántos usos podían darles a un clip, y el resultado fue el siguiente:

    Sir Ken Robinson, un experto británico en educación, concluye tajantemente que la escuela mata la creatividad. Aquí va su razonamiento:


El Profesor como agente de cambio.


    No cabe duda que el rol más importante en educación es el del profesor, pero hacer algo innovador cuesta y hay que atreverse, hay que ser creativo.
    El principal obstáculo para la creatividad es el miedo. Crear algo nuevo tiene un riesgo, porque el resultado no es seguro, por lo tanto, existe la posibilidad del fracaso. El miedo a equivocarnos nos paraliza mentalmente impidiéndonos intentar una estrategia nueva, una metodología nueva, un proyecto loco. Pero en el peor de los casos, si el cambio no funciona, de los errores también se aprende y queda una experiencia con valor positivo, a pesar de que no era lo que queríamos.
    Atreverse sin miedo. 
    Un establecimiento educativo que otorgue el espacio para que sus docentes se atrevan, estará dando entrada a miles de posibilidades, de oportunidades, y cada intento irá enfocado a una sola cosa: Mejorar las prácticas pedagógicas para obtener una educación de calidad.
    El otro obstáculo para la creatividad es el cocodrilo.


    El cocodrilo está escondido en las profundidades de nuestro cerebro y sigue al instinto de supervivencia: te como o me comes. Pero la creatividad no funciona en esos términos, al contrario, hay que aceptar las ideas distintas, conversarlas, tomarlas de la mano y seguir adelante. El cocodrilo ve algo nuevo como una amenaza, la creatividad como una posibilidad.

Generar ideas nuevas.


    El desafío se centra entonces en cómo generar ideas nuevas. En primer lugar hay que tener claro cuál es el pensamiento divergente y cuál el convergente.


    Por lo tanto, si quiero dar rienda suelta a mi creatividad, debo separar los dos pensamientos, ya que el pensamiento convergente puede anular o bloquear una idea antes de que estén todas puestas sobre la mesa, es decir, utilizarlo sólo al final, cuando el pensamiento lateral halla terminado. De este modo,  para una lluvia de ideas, Alex Osborn estableció cuatro reglas principales :
  • Las críticas están prohibidas.
  • Dar espacio a las ideas locas.
  • Se desea cantidad más que calidad de ideas.
  • Se busca la combinación y la mejora de las ideas.
    Pensar es una tarea exhaustiva, generalmente las grandes ideas no aparecen en los primeros minutos, sino cuando nos cansamos de tanto pensar, cuando creemos que ya dimos todo; ni tampoco cuando estamos trabajando en ello, sino en cualquier situación rutinaria de la vida, en el baño, la cocina, haciendo jardinería...
    Lo importante es no presionar la mente a pensar, si quiero darle rienda suelta, no obedecerá a horarios de trabajo ni reuniones de departamentos ni similares. Las buenas ideas siempre aparecen después, cuando el cuerpo realiza alguna actividad que no requiera de concentración, en el momento menos indicado, o cuando menos lo esperamos. Sólo hay que atreverse.

No hay comentarios:

Publicar un comentario