jueves, 5 de febrero de 2015

¿Cuál sería la finalidad de la educación?

Siempre se ha dicho que el objetivo de la educación es finalmente obtener un título profesional universitario, como el clímax de la vida del hombre y que al obtenerlo su futuro estaría resuelto. No obstante, es sabido que debido a que la educación formal es un negocio tal propósito no se cumple, ya que el poseer un título universitario no te asegura calidad de vida, ni siquiera trabajo. Actualmente se fabrica profesionales como productos de una gran industria que chocan con la realidad cuando descubren que luego de tantos años de estudio no tienen campo laboral o que las condiciones de trabajo son pésimas. Un ejemplo claro es la realidad de los profesores en Chile, siendo una carrera poco valorada para lo que significa: formar a los futuros ciudadanos. No obstante estos profesionales deben lidiar con cargas horarias pesadas para lograr un sueldo relativamente digno, y el trabajo no termina ahí, sino que mucho del trabajo se termina/comienza en casa (Horas extras no remuneradas).

El objetivo de la educación por lo tanto no debiera limitarse a simplemente cumplir como meta el título universitario, es una superficialidad debido justamente a que no cumple con las expectativas que promete. Por lo tanto, si hablamos de educación, deberíamos referirnos al desarrollo integral del ser humano. La enseñanza no está limitada a una sala de clases, se aprende de la vida, de la calle, de las experiencias, de este modo, se puede afirmar que el ser humano está en constante aprendizaje, lo que no significa que dicho aprendizaje produzca un cambio positivo en el ser humano. Se aprenden cosas malas también. En ese sentido, tenemos a la televisión abierta que mal-educa, la publicidad que convierte a la mujer en un objeto y promueve valores vacíos, que no aportan al desarrollo del ser humano, al contrario, lo deshumaniza.

Por otro lado, el sistema educativo exige que se cumplan con ciertos objetivos. En Chile, el modelo educativo vigente se encuentra desactualizado y no aplica a la sociedad que hoy vivimos. La irrupción de tanta tecnología no ha aportado a una mejoría, sino que todas las posibilidades que podría entregar se limita a las redes sociales como Facebook y Wathsapp, los que no aportan a la comunicación eficiente, sino que mantienen al usuario en un mundo virtual ficticio. El grave problema es que el abuso de tecnología ralentiza el aprendizaje, pues provoca estados opuestos a los necesarios para un buen clima para el estudio.

Para aprender se necesita concentración y atención, desarrollar la paciencia para entender procesos e imitarlos. Con el abuso de celulares inteligentes y tablets que permiten realizar varias acciones en poco tiempo, el cerebro se mal acostumbra, luego, cuando se requiere de concentración para ingresar información, el proceso de aprendizaje es "muy lento" y el individuo se aburre. La sobre estimulación de la tecnología termina siendo sumamente perjudicial.

La educación debe servir para entender el mundo en que nos encontramos.
La clase política maneja las leyes y derechos de los ciudadanos en desmedro del pueblo a favor de los grandes holdings. No sólo estamos hablando de empresas comerciales que lucran con la venta de sus productos, muchos de los cuales modificados y perjudiciales (Monsanto), sino de aquellas encargadas de las AFP (Administración de Fondos de Pensión). En Chile un hombre puede trabajar toda su vida con un sueldo decente, pero la pensión que cobrará el resto de su vida al jubilar no alcanza siquiera el sueldo mínimo. Con las Isapres (Institución de Salud Previsional) pasa lo mismo, por ley el empleador debe entregar  el 7% de tu sueldo a una Isapre o Fonasa, el problema de las Isapres es que a medida que pasa el tiempo deben descontar un poco más del sueldo para la misma cobertura en salud. La salud es un gran negocio, así como la educación.

La educación debe servir para que el individuo pueda "abrir los ojos" ante la constante manipulación mediática y política a la que está expuesto, de modo que tenga conciencia de lo que ocurre a su alrededor.

No obstante, el docente se encuentra ante todas las exigencias que el Ministerio de Educación requiere para cumplir con el proceso educativo formal, y muchas veces, independiente de la asignatura, lo que se debe enseñar se traduce como información utópica que no aplica a la realidad, es contraria, tradicional y añeja.

En el caso de Lenguaje, no quiero desprestigiar los clásicos de la Literatura ni los grandes poetas representantes de nuestra Lengua. En un Colegio donde el alumnado pertenece a familias con un gran bagaje cultural se puede entregar ese tipo de información abstracta, la cual es interesante. Pero en sectores vulnerables (la mayoría de la población) es sumamente aburrido hablar del Quijote frente a un grupo que sólo conoce el reggaetón como expresión artística. Hay que ir de apoco, analizando las expresiones que son parte de la vida del alumnado, aunque su calidad cultural sea mínima. Pero con algo hay que empezar. Cuando el alumno/alumna entienda que la temática de sus temas favoritos de su estilo de música popular (el amor sensual en la mayoría de las canciones de reggaetón) corresponde a la misma temática hablada en una sociedad hace 200 años atrás (Don Juan Tenorio de José Zorrilla), podrá entender que el arte es inherente al ser humano. Cuando profundice en las letras de sus canciones favoritas, descubrir la rima y ritmo, quizá se interese por seguir modificando el lenguaje y que la metáfora es un recurso retórico a la orden del día.

El docente debe representar ese ideal de libertad que significa tener educación. Se enseña en base a la experiencia, al ejemplo. Palabras vacías sin un referente empírico se olvidan y pierden sentido. Si se desea enseñar a pensar, el docente debe mostrar paso a paso el razonamiento que tuvo para llegar a esa conclusión, y ese proceso debe ser didáctico, con imágenes y ejemplos reales.

Analicemos noticias de actualidad, analicemos lo que está ocurriendo en el mundo, los escándalos políticos, qué disputan tantas guerras. Tomemos conciencia de la decadencia de nuestra sociedad. Cómo a causa del neoliberalismo las empresas mienten en la publicidad para aumentar sus ventas y cómo creemos ciegamente en ello. Analicemos afiches actuales para darnos cuenta de que se nos muestra un ideal ficticio que no aplica a la realidad que vivimos. Analicemos porqué a pesar de los avances económicos y tecnológicos de una sociedad, el pueblo se mantiene ignorante y pobre. ¿Quién se beneficia?

Y lo más importante, enseñemos que las apariencias, el color de piel, la marca del celular y que la última tecnología no hace al hombre, el hombre se hace a sí mismo, y para eso necesita buena educación.